Encontrar, elegir y llevar el vestido de noche no es muy fácil, hay que tener en cuenta que modelo te asienta más según tu morfología y que colores son los que mas te favorecen, a continuación un par de consejos para poder elegir el vestido perfecto:
Los colores:
- Pieles oscuras: atrévete con los colores más claros. El blanco, el amarillo, el verde o el rosa te irán de maravilla. Olvídate del marrón, que difuminará tu silueta.
- Pieles claras: al contrario, evita el blanco y el amarillo, que no son demasiado seductores sobre una piel de porcelana. Los otros colores te pueden sentar bien; todo depende de sus matices.
Tu morfología:
- Si tienes bastante pecho: prefiere los vestidos de escote cuadrado. En cuanto a las mangas, inclínate por las cortas, incluso ahuecadas al nivel de los hombros, para liberar los brazos y destacarlos. Si te quieres poner tirantes, que sean finos, ya que afinan el busto.
- Si tienes vientre: olvídate de tejidos como el satén y la seda, que resaltan las curvas. Mejor un vestido recto o de corte imperio y evita los ajustados en la cintura, porque puede marcar el vientre y los michelines. No dudes en hacer trampas. Ponte un body bajo el vestido o un cinturón ancho anudado delante para disimular las redondeces.
- Si eres recta de cintura: la línea recta es ideal. Ponte tirantes originales adornados para atraer la mirada hacia el busto. El corte imperio también te quedará bien, pero el vestido tendrá que llegarte al tobillo para lucir un estilo glamoroso.
- Si tienes trasero: un vestido de noche de corte recto o imperio en un color liso te irá perfecto. Evita los estampados, sobre todo en la parte inferior. Evita el escote en la espalda, ya que agranda el trasero. No dudes en ponerte una chaqueta larga de noche coordinada.
Consejos para el escote:
- Regla general: cuanto menos pecho, más grande debe ser el escote, tanto delante como en la espalda.
- Las aberturas: si es delantera, ¡ten cuidado y no seas demasiado sexy y vulgar! El mejor modo para juzgarte será sentarte frente a un espejo. Si la abertura está en un lado: puedes permitirte que sea entre el muslo y por debajo de la rodilla, si tienes las piernas finas. Si son más bien anchas, que la abertura esté sólo en la rodilla. Si la abertura está detrás: opta por una pequeña para ganar elegancia. Evita mostrar el pliegue de detrás de la rodilla, ya que no es muy estético.
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